Al
despertar vio a un hombre desconocido dentro de su alcoba, de espaldas a ella,
mirando hacia la calle por la ventana.
—¿Quién es usted?
Se volteó y la miró detenidamente por unos segundos
antes de contestar.
—Soy David Camargo, la ayude a escapar anoche.
¿Recuerda?
—No…No entiendo.
¿Escapar de dónde?
—De la discoteca. Usted se me acercó muy asustada, diciéndome
que dos hombres la perseguían. Salimos de ese lugar, pero casi de inmediato
empezó a actuar en forma extraña, hablaba incoherencias y convulsionó. Tomé un
taxi y la traje a su casa. Estaba esperando a que despertara y me contara que
recordaba.
—Pero… Si convulsioné, ¿Por qué no me llevo a un hospital? Y… ¿Cómo
supo donde era mi casa?
—Tenemos un inconveniente —dijo el hombre frunciendo
el ceño, al tiempo que tomaba una jeringa con aguja que se encontraba al pie de
la cama—. Me temo que usted hace
demasiadas preguntas.
una verdadera historia se esconde en las lineas de esta interesante publicación.
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ResponderBorrarGracias!!! Me alegra que me leas. :)
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