jueves, 27 de noviembre de 2014

PAPÁ

Cuando observé la radiografía, no pude ocultar mi sorpresa. Todo el hemitórax derecho era de color blanco. <<No puede ser>>  fue lo primero que pensé y acto seguido los vi. Ella me interrogaba con la mirada. Él me había dado la espalda y estaba destapando la caja con los ponqués que me había traído.
-Mire, su merced, coma uno de estos.  Después nos cuenta. –decía al tiempo que me pasaba con mano temblorosa uno de los ponqués. En su voz pude notar ansiedad. Y supe que estaba más preocupado por no lastimar a mi mamá que por saber una respuesta.

-Tal vez sea mejor que lo vea Olga. Yo de esto aún no se y no sé qué decirles.

-Sí. -Dijo quitándomela con suavidad y guardándola de nuevo en el sobre -Esta noche cuando venga le decimos. Por ahora seguiré trabajando. Mijita… ¿Su merced quiere hacer un tinto? -Y al tiempo apretó suavemente a mi mama del brazo.

Ella asintió y salió de la habitación con paso lento y mirada triste.

Ya en la cocina estuvo por unos minutos frotándose las manos, tratando de enfocarse en la tarea de preparar el tinto.  Destapo el frasco aspirando el aroma del café y que siempre lograba tranquilizarla.  Alistó los pocillos mientras se decía que aquello no podía estar sucediendo. <<No ha tenido tos, ni otras cosas que yo me haya dado cuenta.  No puede ser tan malo si no ha sentido nada>>  y en forma mecánica adicionaba el dulce en los pocillos. 

Distraídamente cogió la jarra sin guante quemándose, cuando esta cayó, salpicó agua caliente en sus piernas provocando una nueva quemadura y un grito mezcla de dolor con angustia.  Comenzó a llorar al tiempo que levantaba los pedazos de vidrio.

Cuando me di cuenta de todo fui a ayudarla y note lo asustada que estaba.  Mientras recogíamos los pedazos, comencé a hablarle de cosas de la universidad para distraerla un poco, pero de repente ella dijo:

-¿Sera que fue un error y es la radiografía de otra persona?

-No creo, mamá.  Esos errores casi nunca se cometen.  Es mejor no irnos por la fantasía.

Ella me miro atónita con los ojos rojos por unos breves momentos y luego comenzó a llorar de nuevo.   

Si claro, ustedes deben de estar pensando que la embarre y en cierto modo fue así.  Desde luego que yo también lo pensé. Y me hice el propósito de ser más cuidadosa con lo que dijera de ahí en adelante.  Pero deben entenderme.  Desde el comienzo yo sabía que esto iba a ser grave.  A pesar de que aún no sabía lo suficiente de Medicina, tenía claro que esa radiografía no era normal. Y me parecía que no era el momento para comenzar a hacer negación de las cosas.

Mientras tanto, en el primer piso mi papá ordenaba los documentos tratando de concentrarse en las cuentas que tenía pendientes, pero no lo lograba. <<Me preocupan Adriana, Germán y Mijita. –Pensaba-. Adriana acaba de comenzar la carrera, Germán necesita que alguien lo vigile todo el tiempo y Mijita...Depende tanto de mí.  Ella no era así antes de casarnos -Mientras meditaba y continuaba sumando en forma mecánica, se acercó a él pacho ronroneando cariñosamente y haciéndose un ovillo en sus piernas. Él acaricio su suave pelaje y volvió a mirar las cuentas.  –No podrán con los gastos a menos que Olga les ayude.  Tendré que hablar con ella antes de que les diga cualquier cosa de la radiografía y…Y de todo>>. Cerró sus ojos y escucho cuando mi mama se acercaba, con pasos inseguros y el tintineo que producía la vajilla. 

-Hola, mijo.  Qué pena la demora.  Tuve un accidente arriba.

-¿Su merced está bien?

-Si. Se rompió la jara del tinto. Eso es todo.

-Ah, no importa.  Lo importante es que este rico. Ja,ja,ja.

Ella intento sonreír mientras le pasaba el pocillo y se sentaba a su lado. Él degustó el café, hizo una pausa y sonrió al tiempo que le acariciaba a ella la oreja.

-Vamos a estar bien.


Ella no contesto nada. Simplemente, se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar. 

domingo, 2 de noviembre de 2014

¿A QUIEN?

¿A quien le confiaras tus miedos, tus fracasos, tus éxitos y tus sueños?
¿A quien podrás mostrarle sin temor lo más podrido de tu personalidad?
¿Quien te dará ánimos cuando te equivocas día tras día sin juzgarte?
¿Por quién luchar?
¿Con quien puedes compartir tus planes para el futuro? ¿Quien querrá ser uno de los personajes principales en tu historia?
¿Quien a pesar de todo podrá ver lo mejor en ti?
¿De quien puedes esperar lealtad aunque no siempre este de acuerdo contigo? ¿Quien te dirá lo que opina, peleara y hará las paces contigo una y otra vez simplemente porque son amigos y punto?
¿Quien no permitirá que la distancia sea un obstáculo?
Piénsalo….porque yo no lo veo tan claro.